¿Cuántos ases tiene en la manga el «Pequeño Nicolás»?
Poco a poco nos vamos enterando de las maquiavélicas e inquisiciones que nos muestran a la gente honrada de este país que es España con una osadía miserable los poderes públicos. Estos poderíos nos han sido robados, repito, a la gente honrada que paga sus tributos todos los meses y todos los años. Votos que miserablemente los han hundido en el fango, cuya imprudencia, día a día, nos vamos dando cuenta que aquí hay muchos gatos encerrados, estos están maniatados por el lacero de turno.
El caso del popular conocido como el «Pequeño Nicolás» me trae a la memoria que pasará lo mismo que el crimen de Marta del Castillo o de otros tantos que la malditas y silenciosas rinconeras de los juzgados están esperando que salga el sol para darle luz a estos manidos casos. Sobre el caso del joven Gómez Iglesias nos podría dar un sobresalto de risa el día menos pensado, fragilidad que he visto acentuada por los hechos conocidos y los no conocidos. Por lo visto, este listillo joven tiene en su haber «cositas» que calla y cosas que cuenta; no sé de leyes que, aunque lo supiera me avergonzaría de no haber sido alumno de la ciega, cuya balanza la tiene ennegrecida y avergonzada. Los eruditos en esta materia de la ley dicen que esta dama se presenta con una venda en los ojos que representa la objetividad, en que la justicia es, o debería ser impuesta objetivamente, sin miedo ni favoritismos, independientemente de la identidad, el dinero, el poder o debilidad, que debe ser ciega e imparcial. Recuerdo de mi niñez una película, «Aladino y la lámpara maravillosa», donde un ladronzuelo se casaba con la hija del emir. En el asunto del señor Nicolás, supuestamente hay muchos gatos encerrados, aunque a decir verdad no hay princesa para que se casara con ella ¿o la hay?
Con todo cuanto se ha dicho de este personaje, ¿cómo es que aún está en la calle? O es que, ¿hay miedo, temor y cobardía por el canguelo de lo que supuestamente tiene un as como los tahúres en la manga, o mejor dicho, los cuatro ases? Si yo hubiese hecho y dicho todo cuanto dice este lumbreras estaría metido entre barrotes, ¿o no?
La irrisoria fragilidad de España se está fracturando a pasos agigantados. Mientras tanto, este personaje está acusado creo que presuntamente de estafa, usurpación de funciones públicas, falsedad documental y otros delitos; pero va de tele en tele y entrevistas en periódicos. Mi querido padre me decía que no es lo mismo reírse de uno que reírse de todo un pueblo, y no lo digo por el «Pequeño Nicolás», lo digo porque hay alguien que se está riendo de la mitad de España. No sé si será el «Pequeño Nicolás» u otro, lo cierto es que este personaje tiene unos cuantos ases en la manga y, si no es así, hay que llamar a Sherlock Holmes.