El Submarino hunde al Córdoba (0-2)

Tocado y hundido. El Villarreal fue mejor que el Córdoba en todo y reflejó con dos goles su exagerada superioridad. Como en el juego de mesa. Sin casi despeinarse. Con medio equipo reserva, una legión de canteranos y un fútbol que, sencillamente, tiene un par de marchas más que el de los de casa.

El Córdoba lo intentó todo. El equipo quería; la grada, más. Empujaban unos en el césped y otros en la grada. Por mucho que le costase llegar al Córdoba, por muy atropellada que fuese la jugada; el público siempre respondía con una ovación que instaba a los jugadores volver a la carga. Así fue hasta el minuto 20. Entonces comenzaron a sonar los primeros pitos . Quizá un presagio de lo que venía...

Justo cuando bajó un par de revoluciones el rendimiento de los blanquiverdes, lo aprovechó el Villarreal como mejor sabe: con velocidad y calidad o, lo que es lo mismo, con una carrera de Cheryshev y una definición impecable de Vietto . Un gol muy lejos del alcance de los cordobesistas.

Porque los hombres de Djukic necesitan hacer mucho más para generar peligro. No es cuestión de actitud. Faltan dosis ingentes de talento en el centro del campo , por mucho que el tobillo izquierdo de Fidel hiciese crujir alguna cadera, por mucho que a Cartabia sólo puedan frenarlo las faltas o por mucho que Borja sea capaz de soltar un pase con el exterior como el que le tocó recibir a Ghilas. Hizo su trabajo Asenjo para atrapar el disparo del argelino y, con menos apuros, solventó el resto de problemas de problemas de su defensa. No bastaba con las individuales blanquiverdes.

Sólo podía cambiar el partido si ocurría algo fuera del guión. Y se encontró esa oportunidad el Córdoba tras el descanso. Un rifirrafe de Deivid con Vietto calentó a la grada y metió un plus de tensión a los equipos. Por unos instantes, podía ocurrir de todo. Pero la llama se apagó con el paso de los minutos. Una pared de Cartabia y Borja que terminó en un disparo forzado del argentino fue lo único destacado de los califales en el segundo tiempo.

Tampoco necesitó mucho más el Submarino Amarillo para hundir la barcaza blanquiverde. Un córner mal defendido y un remate poco ortodoxo de Uche . Dos llegadas con peligro, dos goles. Un juego de niños que explicaba el porqué de la situación de cada equipo. El Villarreal miraba a Europa y el Córdoba se quedaba hundido en el último lugar de la clasificación, después de 13 jornadas sin ganar.