RAFAEL GUERRERO | PRIOR DE SERVITAS
«La esencia de Servitas viene definida por su propio carisma»
El nuevo prior de la orden de San Lorenzo expone los principales objetivos de su equipo de trabajo para los próximos cuatro años
Rafael Guerrero es hermano de Servitas prácticamente desde que nació. Con solo dieciséis años forma ya parte de la junta de la orden y en el año 1992 es nombrado prior por primera vez. En ese momento era el más joven del Consejo de Hermandades. En el equipo de trabajo ha ocupado distintos cargos y ha salido como hermano de fila muchos años, pero entre los mejores recuerdos de Guerrero está aquella Semana Santa en la que pudo salir cargando la Virgen, por que «era una espinita que me quedaba y que por fin pude cumplir». Al margen de Servitas, Rafael Guerrero ha sido durante 27 años cargador de la Virgen de Amargura de Humildad y Paciencia, que como él reconoce es su otra gran devoción. En el Consejo de Hermandades ha estado nueve años y actualmente es subdirector del Secretariado Diocesano.
–¿Cómo llega a Servitas?
–Pues mi padre era secretario de la orden y lo primero que hizo al salir del hospital fue darme de alta. Con el tiempo, un momento clave fue en el año 1982 cuando viene el entonces provincial de la orden, Fray David Váquer y nos trajo las nuevas reglas de la orden seglar y desde entonces se hace la reforma de la fraternidad. Empezamos a estudiar qué era esto de la orden seglar para ponerla en marcha e hicimos el primer noviciado dentro de la orden para que tomaran la promesa los primeros que querían ser profesos seglares servitas. El 8 de mayo de 1988 hizo la promesa el primer grupo. Fuimos diecisiete. Desde entonces ha habido distintos noviciados. Ahora mismo tenemos un grupo de ocho novicios que se están preparando para hacer la promesa.
–Después de tantos años, ¿Cómo encara de nuevo ser el máximo responsable de la orden?
–He evolucionado mucho desde mi otra etapa en 1992. Es otra forma de encararlo. Hay mucha ilusión aunque es una ilusión más reposada. La Fraternidad en este tiempo ha ido avanzando y acercándose mucho a lo que es el espíritu Servita. Hemos podido contar con muy buenos guías, últimamente con Encarni Orellana, que ha sido una magnífica guía para la fraternidad.
–¿Qué objetivos tiene en esta etapa?
–En cuanto a los que son los profesos y novicios en sí revitalizar lo que es el carisma Servita, las tres bases que son la fraternidad, el servicio y la marianidad, queriendo ser un testimonio en Cádiz para atraer a todo el que esté interesado en el conocimiento de María. Quiero potenciar mucho la Semana Mariológica de mayo que tenemos todos los años para que sea un referente de estudio sobre María en Cádiz. Por otro lado me gustaría hacer un acercamiento de los hermanos no profesos, que son unos 380. Les he enviado una carta a todos ellos para hacerles ver que ellos son parte de la familia Servita, que no se acaba en los profesos y en los novicios sino en todos los devotos que se acercan con cariño a María. Mantener encuentros, reuniones, hacerles ver que la casa de hermandad es su casa durante todo el año.
–¿Qué proyectos en cuanto a Patrimonio tiene en marcha?
–Tenemos que entrar en una etapa de restauración. Hemos recibido un legado magnífico tanto a nivel de capilla como procesional y ha llegado un momento en el que tenemos que parar y decir qué es lo que tenemos que restaurar para eso que nos han legado nuestros mayores, poder transmitirlo a los nuevos. Está muy bien tener un estandarte magnífico del siglo XIX pero hay que hacer que los del siglo XXI lo conozcan y hay que restaurarlo. Tenemos un palio que es una maravilla pero es del año 1943 y al techo de palio no se le ha puesto una mano encima. Los mayores siempre tuvieron la idea de cuidar lo que teníamos. Este cuatrienio lo que tengamos va a ir a restauración y lo que podamos conseguir a servicios porque estamos en un barrio muy necesitado.
–¿Se ha asentado ya Servitas al Viernes de Dolores?
–La decisión del cambio fue muy medida porque no fue algo que se habló en este consejo ni en el otro... yo ya escuchaba a mi padre decir que la orden tenía que volver a hacer su salida procesional en el Viernes de Dolores porque era el día de las constituciones primitivas. Y la experiencia es muy buena en todos los aspectos: hermanos que por motivos diversos no podían acompañar a la Virgen el Viernes Santo, el poder realizar la oración en la Catedral con mayor tranquilidad y participación de los hermanos y en cuanto a recuperar lo que era la idea original de salir el día de nuestra patrona, aunque ya hoy el día grande es el 15 de septiembre. Es cierto que el Viernes de Dolores como tal no existe pero sí existe una bula especial para la Orden de los Siervos de María de que podemos seguir celebrando como festividad el quinto viernes de Cuaresma con el carácter de Santa María al pie de la Cruz.
–A quienes critican ese cambio, ¿qué les diría?
–El Viernes Santo queda muy dignamente representado por las hermandades que siguen procesionando y con las que tenemos una magnífica relación. A los críticos les diría que piense que intentamos compartir con todo el pueblo de Cádiz esa fecha para nosotros tan señalada de Santa María al pie de la Cruz, que lo vean no como una pérdida sino como una ganancia porque una fecha que antes pasaba desapercibida hoy ya tiene su referente.
–¿Se siente Servitas integrada en el Consejo de Hermandades?
–Por supuesto nosotros nos sentimos muy unidos al Consejo. Es más, en el decreto en el que se aprueba el cambio de día de salida se nos exhorta a mantenernos unidos y nosotros, encantados.
–¿Como define la esencia de Servitas?
–Pues la esencia de Servitas viene definida por su carisma. En la orden ese carisma es para los seglares, las religiosas, los sacerdotes de la orden y es el que nos han enseñado desde siempre. Es esa vocación primero por la fraternidad, el servicio, que es la caridad y no solo la caridad, es decir ese mostrar, acercar a la Virgen a los demás y por supuesto lo que hagamos, al estilo de María. Nosotros tenemos que hacer las cosas como servidores, tu alegría tiene que estar en que lo has hecho, no en otra cosa.
–¿Por qué hay en Cádiz tanta devoción a la Virgen de los Dolores de Servitas?
–Creo que mirar a nuestra imagen titular ya es engancharte pero aparte ha sido una devoción que ha venido ligada a muchos sacerdotes que la han transmitido. También ha tenido mucho que ver desde el año 39 que se puso la hornacina en la calle. A ella nunca le faltan flores, siempre ha sido muy querida en el barrio y los vecinos pasan, le rezan...