Hasta siete horas de cola para entrar y salir de Gibraltar
La aduana española se encuentra en obras para incrementar los carriles
Hasta siete horas de espera se produjo la tarde noche del lunes al martes para atravesar la verja de Gibraltar. Lo atestigua a este periódico un directivo de La Roca, Stephen Payas, que procedía del aeropuerto de Málaga y regresaba a su casa. Payas achaca estos larguísimos retrasos a «las obras que se están haciendo en la aduana precisamente para evitarlos». Así se acordó en la misión de la Comisión Europea que visitó Gibraltar este pasado mes de julio debido a los excesivos tiempos de espera para atravesar las aduanas.
«Para salir del Peñón hay seis carriles para coches que se convierten en dos; primero viene el control de pasaportes y luego la aduana británica propiamente dicha. Al llegar a la parte española se mantienen también dos carriles, uno verde para los que no tengan nada que declarar y otro rojo para lo contrario. Al hacerse controles en el carril verde por sospechas sobre algún contrabando -señala Payas-, el automóvil no se aparta al carril rojo, lo que entorpece el fluido normal».
Uno para peatones y coches
«Además, se están haciendo obras para incrementar los carriles españoles, cuatro para vehículos y otro peatonal. El problema es que desde hace unas semanas sólo se utiliza un carril y se comparte entre peatones y vehículos a motor y bicicletas, con la consiguiente demora», añade. El directivo gibraltareño, que usa la aduana a menudo, constata que pasan unos 40 o 50 peatones y luego treinta coches para volver a repetir la operación.
Si se tiene en cuenta que en la Roca hay en torno a 5.000 trabajadores españoles con un contrato de empleados de forma directa y el doble de nacionales que de una manera u otra trabajan en Gibraltar, se comprenderá la preocupación que genera estas esperas y retrasos tanto para entrar como para salir. Lo normal, en un trámite ordinario es atravesar la frontera en una media de unos veinte minutos.
Preguntado sobre si él ha notado que se aumenten los controles por Navidades o por la proximidad del puente del 8 de diciembre, Payas cree que no.
Para la Asociación de Trabajadores Españoles en Gibraltar (Ascteg) la situación es «cruel e inhumana». «¿Se imagina que usted vuelve a su casa del trabajo y le retienen su vehículo cuatro horas?», se cuestiona Juan José Uceda, delegado de esta asociación para Gibraltar. «No hay una conciencia en el resto de España de lo que está ocurriendo en la verja porque hay cierta ceguera política», continúa. «No es un problema de contrabando de tabaco, las cifras que pasan ilegalmente por aquí son ínfimas si las comparamos con el resto de España». Tampoco considera que las largas dilaciones que se están produciendo últimamente se deban a las obras de ampliación y mejora de la aduana; «Gibraltar las planteó tiempo antes de que viniera la Comisión Europea y su vecino español no le contestó».
De la misma opinión es el presidente de Ascteg, Salvador Molina Sánchez. «Se habla mucho del dinero que se evade a Gibraltar, pero poco del que los trabajadores españoles con residencia en España aportamos: seis millones de euros todos los meses, 72 al año», resalta. «Las cuentas son claras -prosigue- se multiplica una media de mil doscientos euros al mes por los casi cinco mil españoles censados en Gibraltar». «No nos pueden tratar así, el mismo problema lo tienen los portugueses comunitarios que están trabajando allí».
Para Molina Sánchez el celo en los controles es aleatorio y no obedece a otras razones que a las políticas. «Se reciben órdenes desde arriba para que estos se extremen y así se hace», manifiesta a este periódico. «Hay colas interminables de cuatro horas, y de buenas a primeras desaparecen, están acabando con nuestra paciencia».